La USO coincide con el Comisario europeo de Empleo en la gravedad de la crisis social europea

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Durante el cuarto trimestre de 2012 la situación del empleo y la situación social de la UE ha seguido siendo crítica; en todas partes se ha contraído el empleo y ha seguido creciendo el desempleo, y la situación financiera de las economías domésticas ha seguido siendo grave según el último «Estudio Trimestral sobre el Empleo y la Situación Social en la UE» de la Comisión Europea.

En algunos Estados miembros el efecto negativo que los recortes de los presupuestos públicos y el aumento de la fiscalidad tienen en el empleo y en las condiciones de vida de la población son cada vez más evidentes. El Estudio también señala que la inmigración neta procedente de fuera de la UE se ha ralentizado y que la crisis está afectando negativamente a la fertilidad.

En palabras del Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, “sigue agravándose la crisis social europea y en varios Estados miembros sigue sin vislumbrarse ninguna clara mejoría. Con frecuencia los más afectados por la crisis están siendo los más desfavorecidos. Las inversiones de los gobiernos tienen que destinarse a lograr un crecimiento integrador y a ofrecer a los ciudadanos un nivel de vida digno. El reciente Paquete sobre Inversión Social de la Comisión Europea propone una serie de medidas para conseguirlo. Pero ante todo necesitamos más solidaridad: a nivel nacional y entre unos Estados miembros y otros. Sólo superaremos esta crisis si somos una piña”.

La USO está de acuerdo con las valoraciones y análisis del Comisario Andor sobre la gravedad de la crisis social europea, y por eso mismo en palabras de Javier de Vicente, secretario de Acción Internacional de la USO “reclamamos insistentemente al Gobierno de España y al Consejo Europeo un cambio inmediato del rumbo de sus políticas de austeridad en favor de un potente paquete de inversiones para la creación de empleo, y el refuerzo del modelo social europeo sobre la base de las peticiones de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) contenidas en su propuesta de Contrato Social para Europa”.

Según el estudia citado, el desempleo ha seguido aumentando en enero de 2013 hasta alcanzar los 26,2 millones en toda la UE y los 19 millones en la zona del euro, es decir, el 10,8 % y el 11,9 %, respectivamente, de la población activa. No hay precedentes de unas diferencias tan grandes entre el sur o la periferia y el norte de la zona euro, que en 2012 alcanzaron los 10 puntos porcentuales. En el cuarto trimestre de 2012 el PIB de la UE se contrajo un 0,5 %, la mayor caída desde principios de 2009. En 2012 la tasa global de empleo de la UE descendió un 0,4 % y sólo se registraron datos positivos en materia de trabajo a tiempo parcial. Durante el cuarto trimestre de 2012 dicha tasa todavía cayó un 0,2 % más en comparación con el trimestre anterior.

Menos gasto en protección social que en anteriores crisis económicas

La contracción de los presupuestos públicos ha afectado negativamente al empleo tanto directamente por la reducción del empleo en el sector público, como indirectamente por la menor demanda macroeconómica global. Los cambios introducidos en los regímenes fiscales y en las prestaciones sociales y los recortes realizados en el sector público han generado importantes caídas del nivel de renta real de las economías domésticas y, especialmente, del nivel de vida de las rentas más bajas. Los recortes del gasto y el aumento de fiscalidad están influyendo de muy distinta manera en las rentas altas y en las bajas. El análisis del Estudio Trimestral demuestra que es esencial diseñar las reformas presupuestarias con la mayor cautela posible para evitar que resulten afectados de manera desproporcionada los más desfavorecidos, tal como ha ocurrido en algunos países (Estonia y Lituania). El porcentaje de población de la UE que está pasando dificultades económicas está muy por encima de los niveles jamás observados durante la última década y ya afecta a más de una de cada cuatro economías domésticas con un bajo nivel de renta.

Durante las fases previas de la crisis, el gasto en protección social ha estado compensando las pérdidas de renta de las economías domésticas y ha contribuido a estabilizar la economía. Pero a mediados de 2010 empezó a decaer su impacto y en 2012 ha llegado a ser insignificante incluso en aquellos países en los que seguía aumentando el desempleo. Esta reducción del gasto social es mucho mayor que la que se ha producido en anteriores recesiones, lo que demuestra la excepcional necesidad de llevar a cabo un saneamiento de las cuentas públicas mientras dure la crisis del euro. En numerosos Estados miembros la caída del gasto social ha neutralizado la función de estabilizador económico que tienen los sistemas de protección social y es posible que ello haya contribuido a agravar la recesión, al menos a corto plazo.

El Consejo Europeo de marzo de 2013 reiteró una vez más que la lucha contra el desempleo y contra las repercusiones sociales de la crisis ha de seguir siendo una de las principales prioridades de las políticas nacionales y de las políticas de la UE. La Comisión ha presentado en febrero de 2013 el Paquete sobre Inversión Social, en el que se ofrecen orientaciones para llevar a cabo políticas sociales más eficaces y eficientes en respuesta a los importantes retos que los Estados miembros tienen planteados. En ese Paquete sobre Inversión Social se afirma que inversiones públicas tales como las guarderías, la educación o las ayudas al envejecimiento activo y saludable han de mantenerse y hasta intensificarse incluso cuando se dispone de presupuestos nacionales reducidos porque sin esas inversiones muchos ciudadanos están incapacitados para participar en la sociedad o para desarrollar su potencial económico.

Nunca ha habido tantos jóvenes desempleados o inactivos

El desempleo juvenil no sólo ha alcanzado un nuevo máximo en todos los Estados miembros de la UE (en enero de 2013 estaban desempleados el 23,6 % de los jóvenes activos), sino que, además, los períodos de desempleo tienden a ser mucho más largos entre los jóvenes. Durante el tercer trimestre de 2012 llevaban desempleados más de un año el 7,1 % de los jóvenes activos frente al 6,3 % del año anterior. Esta tendencia entraña el grave riesgo de que los jóvenes se desentiendan del mercado laboral y de la sociedad en su conjunto. El número cada vez mayor de jóvenes menores de 25 años sin estudios, trabajo ni formación asciende actualmente a unos 8 millones y ello es motivo de gran preocupación.

Para ayudar a hacer frente a estos inaceptablemente altos niveles de desempleo juvenil, la Comisión presentó el 5 de diciembre de 2012 un paquete de medidas sobre empleo juvenil. Dicho paquete incluye una propuesta de recomendación para crear en todos los Estados miembros una «Garantía Juvenil» con el fin de garantizar que hasta los 25 años todos los jóvenes reciban una oferta de empleo de calidad, una formación continua, un aprendizaje profesional o un período de prácticas en los cuatro meses siguientes a la finalización de su educación formal o a la pérdida de un empleo. El 28 de febrero de 2013 el Consejo de Ministros alcanzó un acuerdo político sobre dicha recomendación. Recientemente, la Comisión también ha propuesto una serie de normas de desarrollo para llevar a la práctica a la mayor celeridad la Iniciativa de Empleo Juvenil con el fin de combatir el desempleo juvenil. Esta Iniciativa fue propuesta por el Consejo Europeo los días 7 y 8 de febrero de 2013 con un presupuesto de 6 000 millones EUR por el período 2014-2020.

La crisis afecta a la fertilidad

El Estudio Trimestral también analiza el efecto negativo que la crisis tiene en la fertilidad. En 2009 se detuvo la recuperación de la fertilidad estabilizándose en algo menos de 1,6 hijos por mujer en la UE de los Veintisiete. La edad media de las mujeres en el momento del parto ha ido aumentando hasta situarse en el umbral de los 30 años. Por otra parte, la esperanza de vida también ha seguido aumentado hasta alcanzar los 77,4 años en el caso de los hombres y los 83,1 en el de las mujeres. La inmigración procedente de fuera de la UE ha disminuido desde su nivel máximo de 2007, aunque en 2011 la UE de los Veintisiete registró un aumento neto de 1,5 millones de inmigrantes, es decir, un inmigrante de fuera de la UE por mil habitantes de la UE. El número de naturalizaciones ha aumentado hasta alcanzar casi el millón. Siguen siendo muy graves los retos a los que tienen que dar respuesta los mercados de trabajo de la UE frente a la contracción y el envejecimiento de la mano de obra.

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