Jornadas Objetivos del Milenio y Coherencia de Políticas. Exigencias hacia el 2015

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Los días 5, 6 y 7 de mayo tuvo lugar en Madrid el encuentro de la sociedad civil para la evaluación de la consecución de los Objetivos del Milenio. Firmado el compromiso en el año 2000, las conclusiones, después de diez años, aluden al no cumplimiento, e incluso retroceso en muchas áreas de lo pactado. A grandes rasgos, los países ricos (cuya carga responsable es mayor) aceptaron llevar a cabo: aportar más ayuda al desarrollo y mejorar la calidad de ésta, cancelar la deuda externa y establecer reglas de comercio más justas.

La Unión Sindical Obrera y SOTERMUN participaron en calidad de miembro de la Alianza Contra la Pobreza, plataforma surgida como respuesta ante las graves desigualdades e injusticias que a las que 1/3 de la población mundial está sometida y de la Coordinadora de ONG al Desarrollo.

El encuentro, congregó a más de 200 organizaciones civiles pretendiendo poner de manifiesto exigencias que la sociedad demanda a los líderes públicos. El cumplimiento de los plazos establecidos representa el principal factor de los requerimientos planteados, puesto que en muchos aspectos la situación ha empeorado y la paciencia con organismos y gobiernos responsables para ajustarse a los objetivos se ha agotado. La gran contradicción es que cuestiones básicas como son la alimentación, la salud, la educación aún cuentan con insuficiencias intolerables y a su vez son “fácilmente” solventables. A destacar está el paupérrimo escenario de la salud maternal en los países en vías de desarrollo, situación que no ha presentado mejoras en este periodo de tiempo y que afecta a la vida de millones de mujeres. Quizás el dato más llamativo apunta a la pobreza: el número de personas en extrema pobreza ha superado los 1.000 millones, de las que aproximadamente el 70% son mujeres y niñas. Los avances más destacables se han dado en áreas como la educación/alfabetización, resaltando el constante desigual acceso a oportunidades y recursos para las mujeres o la mortalidad infantil, la cual ha experimentado un decrecimiento en sus cifras.

La visión, por tanto, de la situación actual está impregnada de tintes pesimistas. La cuestión del desarrollo ha entrado en un segundo plano de prioridad en el contexto de crisis. La reducción de esfuerzos y presupuestos se ha visto materializada de manera incidente en las cuestiones sociales, así los devastadores efectos de la crisis sobre los más débiles han agravado una situación ya pésima. Varios/as participantes emplearon el término “decrecimiento”, como alternativa frente a una política capitalista hegemónica y un consumo desaforado. Aún teniendo como escenario este contexto de regresión y negatividad, las jornadas se desarrollaron en un ambiente de optimismo y motivación, que generó una lluvia de propuestas, alternativas y opciones, desde perspectivas medioambientales, económicas, sociales y políticas. El ponente sindical invitado a esta actividad fue Julio Roberto Gómez, Secretario General de la CGT de Colombia, para tratar del trabajo digno como motor de de desarrollo. El espíritu de lucha fue de este modo una constante palpable. La voluntad de cambio y el aumento de esfuerzos son por tanto imprescindibles para aproximarnos al logro de las metas propuestas, ya que las oportunidades de acción se diluyen a medida que avanzamos hacia 2015.

El documento final obtenido después de tres días de encuentro, debate e intercambio será la base a difundir en futuras jornadas de evaluación de ODMs, así como una señal, un manifiesto de que la sociedad civil se moviliza, es consciente de la responsabilidad y energías invertidas por parte de los representantes democráticos.

Finalmente destacar que el desarrollo no es una cuestión a solventar, a solucionar a través de parches económicos de financiación, sino que se trata de eliminar las causas que lo impiden y obstaculizan. Partamos entonces de impulsar la justicia social, la igualdad en acceso a oportunidades y un equitativo reparto de la riqueza y recursos.

LSB-USO
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