La Confederación Francesa Democrática de los Trabajadores (CFDT), mayoritaria en el país con ligera ventaja sobre la CGT al agrupar 836.000 trabajadores afiliados, acaba de celebrar en la ciudad de Tours su 47º Congreso. Entre las 73 delegaciones internacionales, USO estuvo invitada y representada por su Secretario de Acción Internacional, Javier de Vicente. En el plenario intervinieron los Secretarios Generales de la CSI y la CES, Guy Ryder y John Monks, respectivamente.
El Congreso, que reunió a 2.500 delegados, se ha celebrado en medio de una gran expectación mediática en torno al inminente recorte social del que ya ha advertido el Gobierno de Sarkozy. Entre los objetivos del ejecutivo galo parecen estar la prolongación de la edad de jubilación, la variación del período de cálculo de las pensiones, y la modificación a la baja de otras condiciones laborales como las del sector público. En contra de ello, la CFDT ya maneja fechas de movilización para finales de este mismo mes de junio.
Al tiempo, el Congreso de la CFDT ha aprobado una resolución en la que se muestran abiertos al diálogo sobre las pensiones, pero sólo si se pone encima de la mesa una reforma profunda de su sistema. Tratan con ello de garantizar la viabilidad de este derecho universal durante los próximos 30 o 40 años, y evitar la aplicación, sin más, de un tijeretazo social.
Para dar solución al problema del envejecimiento demográfico y confrontar la ya común receta única de los gobiernos europeos -el recorte de derechos-, la CFDT proyecta, entre otras medidas, un sistema de fuentes de financiación con aportación mixta: contributiva en esencia, pero con aportaciones presupuestarias y fiscales complementarias.
Esta iniciativa, junto a muchas otras concretadas en políticas salariales que animen el crecimiento de la economía estimulando el consumo interno, tratan al tiempo de no ceder ni un milímetro para atrás en la conquista de derechos sociales. La CFDT quiere asegurar salarios y derechos para el porvenir consciente de los tiempos difíciles que rodean al resto de Europa.
También el sindicato pretende estar más presente en los centros de trabajo, para lo cual propone crear espacios de interlocución con los asalariados en el nivel de empresa, y no sólo con los afiliados. Con ello se preparan para la entrada en vigor en Francia, en 2013, de un nuevo sistema de medición de la representatividad para acceder a la negociación colectiva, con el que no están conformes todos los sindicatos.
Del actual sistema de lista, establecido en 1955, que reconoce per se la representación nominal de cinco sindicatos a nivel nacional, se pasará a un sistema de porcentajes sin irradiación: 10 % de los votos para poder negociar a nivel de empresa y 8 % de los votos para tener capacidad negociadora a nivel sectorial o nacional. A su vez, la eficacia general de los convenios y acuerdos se alcanzará con la firma de un mínimo del 30 % de la representación, siempre que a la misma no se oponga expresamente el 50 % o más.
El Congreso de la CFDT ratificó como Secretario General a François Chérèque por un 95,32 % de los votos. Con similares porcentajes resultaron electos los ocho restantes miembros de la Ejecutiva. Las relaciones internacionales han quedado adscritas al Secretario General Adjunto, Marcel Grignard.
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