Con la foto y firma del Gobierno con los agentes del Diálogo Social (CCOO, UGT, CEOE y CEPYME) de un primer acuerdo en materia de pensiones, nos aseguraron que la revalorización a los actuales y a los futuros pensionistas futuros se haría con el IPC. Y, por tanto, se garantizaba que no habría pérdida de poder adquisitivo. Pero la realidad es otra: la letra pequeña del acuerdo es que se revaloriza con el IPC medio de diciembre a noviembre del ejercicio anterior. No con el IPC.
El INE ha publicado el IPC interanual de noviembre: ha alcanzado el 5,5 %. Este había sido siempre, y debería ser de cara a 2022, el que tendríamos que tomar para actualizar las pensiones.
Pero no, se tomará como referencia el IPC medio. Ese se ha situado en el 2,5 %; menos de la mitad de la inflación producida.
Por lo tanto, sí habrá una pérdida de poder adquisitivo. Y esta pérdida será mayor si previamente no se actualiza con la desviación producida la actual pensión.
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