Una vez más este fin de semana llega el cambio de hora, así pues a las 3:00 de la noche del sábado 29 (madrugada del domingo 30 de octubre) atrasamos el reloj una hora y pasan a ser las 2:00h. Este cambio de horario nos afecta a todos/as los ciudadanos y es conveniente ir adaptándose y conocer los posibles síntomas para hacerlo más llevadero.
Sin embargo, desde el sindicato LSB-USO nos acordamos siempre de aquellas personas trabajadoras que a nivel laboral se pueden ver más afectadas porque les coincide el cambio de hora dentro de su jornada laboral: trabajadores/ras en horario nocturno. En esta ocasión trabajan una hora de más, debido al cambio horario.
La empresa por lo general dentro de los cuatro meses siguientes compensará con descanso la hora trabajada de más debido al cambio horario, a excepción que el convenio colectivo venga regulado su tratamiento. En caso de no ser así, deberíamos acudir al Estatuto del Trabajador al artículo 35, donde nos asiste la ley laboral que especifica el tratamiento de las horas extraordinarias.
¿Cómo afecta a la salud?
El cambio de hora puede incidir en la salud de los trabajadores, debido a que estos cambios modifican y afectan al descanso y los biorritmos, durante al menos tres días.
• Alteración del sueño: menos horas de sueño y peor descanso. La falta de descanso es un factor de riesgo de accidentes, al tener menos reflejos y capacidad de reacción.
• Cambios en el estado de ánimo y en el humor.
• Peor rendimiento físico y mayor sensación de cansancio.
• Peor rendimiento intelectual: aumenta la dificultad para concentrarnos.
¿Qué pautas podemos seguir para adaptarnos?
Desde el sindicato LSB-USO os recomendamos algunas pautas que se pueden realizar para adaptarnos al cambio de hora para que no resulte tan traumático:
◦ No se debe cambiar bruscamente, retrasando la hora de acostarte quince minutos cada día y levantándonos un poco más tarde. Si se hace poco a poco a lo largo de una semana, el cambio será casi imperceptible. Se puede aplicar la misma regla con el horario de las comidas.
◦ No compensar el cansancio con siestas, sobre todo, si no está en el hábito dormir siesta, pues se altera aún más el reloj interno.
◦ Se ha de buscar la luz solar. A medida que se acerca el invierno, cada vez tenemos menos horas de sol. Es importante que, en cuanto se tenga oportunidad, se aproveche para dar un paseo al sol.
◦ Realizar algún tipo de ejercicio físico. El movimiento activa nuestro cuerpo. Pese a que pueda parecer contradictorio, el ejercicio físico proporciona energía para poder llegar en mejores condiciones al final del día.
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