El ámbito de la construcción está marcado por la alta incidencia de accidentes laborales. En los últimos días, hemos sido testigos de tres lamentables accidentes mortales. En Calatayud, un trabajador perdió la vida debido a un derrumbe de escombros mientras realizaba tareas de derribo controlado de un edificio en ruinas. Otro trágico suceso ocurrió en Logroño, donde un trabajador falleció por un desprendimiento vertical de una fachada mientras llevaba a cabo labores de rehabilitación en un edificio. Y, finalmente, en Albelda (Huesca), otro trabajador perdió la vida al caer desde el tejado de una vivienda en rehabilitación.
Además de la conexión de las víctimas con el sector de la construcción, es destacable que al menos dos de ellos estaban empleados por empresas subcontratadas.
Históricamente, el sector de la construcción ha sido reconocido por sus altas cifras de siniestralidad laboral, al igual que por la presencia común de varias empresas subcontratadas trabajando simultáneamente en una misma obra de construcción.
La presencia de subcontratistas puede aumentar significativamente el nivel de riesgo en las actividades laborales, lo que exige una mayor atención y medidas de seguridad para proteger la vida y bienestar de los trabajadores involucrados en este sector.
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