La disminución del desempleo tanto a nivel mensual (con 7.452 parados menos) como anual (-150.607) es, sin duda, una excelente noticia. Además, es alentador observar un crecimiento continuo en la afiliación a la Seguridad Social, tanto en términos totales como promedio.
No obstante, “no es tan buena noticia; de hecho, es un problema estructural creado por la última reforma laboral, que ese paro baje y la contratación crezca a costa de empleos indefinidos precarios” lamenta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Es destacable señalar que para alcanzar la reducción de 7.452 personas desempleadas, se llevaron a cabo 1.137.407 contratos en enero. Aunque esta cifra es ligeramente inferior a la del mes anterior, resalta un aumento en los contratos indefinidos, que totalizan 523.445 en el período mencionado. “Más de medio millón de contratos para bajar poco más de 7.000 parados es todo un fracaso de la figura del contrato indefinido. Pero esta precariedad del supuesto paradigma de la estabilidad va más allá. De ellos, más de la mitad son a jornada parcial, bien en horas o en días”, apostilla Pérez.
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