En abril, el Índice de Precios al Consumo (IPC) alcanzó el 3,3%, un aumento de una décima con respecto al mes anterior. Sin embargo, la inflación subyacente disminuyó en cuatro décimas, llegando al 2,9%. Por otro lado, el Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), que excluye alimentos y energía, registró un aumento de una décima, situándose en el 3,4 %.
El incremento en los precios del gas y la electricidad con respecto al año pasado ha contribuido a este aumento en el IPC. La tasa de alimentos aumentó en cuatro décimas hasta el 4 %, especialmente afectada por el alza en frutas, legumbres y hortalizas. Asimismo, el sector de vestido y calzado tuvo un impacto significativo en el incremento del IPC de abril, con un aumento del 7,1 %.