Las transiciones, sin política de cohesión, no serán justas

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Europa está negociando la reforma de la Política de Cohesión, imprescindibles para las regiones con indicadores por debajo de la media y cruciales en un momento en el que afrontamos dos transiciones para las cuales no todos estamos preparados por igual: la energética o verde, y la tecnológica o digital.

Estos fondos de cohesión para encarar la que los expertos llaman “la transición gemela” buscan reducir las disparidades regionales. En el caso de España, que cuenta con varias zonas especialmente en riesgo de quedarse atrás, son fundamentales. Así se extrae del estudio realizado por el Instituto de Viena para los Asuntos Económicos Internacionales y presentado por su investigador principal, Roman Römisch, en la Semana Social Europea de EZA.

El estudio puntúa la capacidad de adaptación de las regiones a ambas transiciones según diversas variables, como la situación (en el centro del país o periféricas, y su posición, a su vez, con respecto al centro de Europa). Pero también si eran regiones marcadas por la minería, la industria electrointensiva o la automoción, los tres sectores más penalizados por la transición ecológica. Además, se cruzan el PIB per cápita actual y su evolución, con el fin de comprobar si, de verdad, han ido convergiendo con la media europea.

Así, extrae un listado de las regiones peor preparadas para la transición digital y para la transición verde, en función de sus menores expectativas de crecimiento. Este potencial de crecimiento se extrae de la media de varias posibilidades de crecimiento, como la situación, la población, la conectividad, los sectores productivos y el PIB per cápita de partida.

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